Cubano
Además de que me abrace
le pedí que me quisiera,
pero no era una cualquiera,
era una puta con clase.
Por cabeza no pedía
más ni menos de lo que valía,
por cabeza nunca daba
más ni menos de lo que cobraba.
Pude lograr lo que nunca
otro hombre pudo lograr,
demostrarle de verdad
que había tanta pasión junta
dentro de mi corazón,
ahi en su cama desparramado,
en media hora de infierno
toque el cielo con las manos.
Se notaba en el colchón
mas sudor que en cualquier otro,
y con caricias intentaba
sanar su corazón roto.
Porque hace falta mucho más que dinero
o propina de segunda,
para tapar en el alma ese agujero
que de amargura se inunda.
Y ahora nuestra preciosa dama
ya no labura de cama,
quiere ganar de otra forma la guita,
la que antes era Afrodita.
Y yo sigo llamándola pero ya no se viene a dormir,
si no hay mal que por bien no venga
¿Qué bien te trajo hasta mi?